jueves, 6 de noviembre de 2014

Blue Beach Radio Station

LA GRAMOLA DE SPENCER
Sintonía
...Bienvenidos como cada Jueves a nuestro programa, tu programa, dirigido y presentado por el que te habla, Terence Spencer. Una semana más, te traemos tres canciones especiales, de tres grupos especiales para celebrar que en la isla luce el sol a pesar del invierno, que los rezagados pájaros cantan en sus nidos y que la espuma de mar se enreda cristalina con las rocas de la orilla.
Acompáñanos durante nuestro viaje de hoy, repleto de armonías y fastuosas modulaciones, de inesperados giros y notas sublimes. "La Gramola de Spencer" empieza ya, ahora que marcan las 14:00 de este 6 de Noviembre en el 90.5 de tu dial. Pero antes un consejo de uno de nuestros patrocinadores...

"¿Buscas una cera que deje tu pelo perfecto? ¿Quieres impresionar a la chica popular de tu Instituto? ¡No lo dudes y prueba Brylcreem! ¡A las chicas enamora! ¡Aspecto distinguido y señorial!"


Sin dilación, escuchen esta fabulosa banda. Muchos de vosotros ya les conocéis, hablo de los Travelling Brothers. Representarán a España en el European Blues Challenge 2015 que tendrá lugar en Bruselas en la Sala Ancienne Belgique entre los días 13 y 14 de Marzo del próximo año. Si sabes de sus andanzas perfecto. Es lo que tienes que hacer. Si no les conoces, no les pierdas de vista... Aquí va su twitter: @travellingbros y su brutal Creole Queen!!!



La segunda recomendación de hoy viene cargada de sonido del sur. En formato acústico una increible banda que está en boca de todos por la aparición de su nuevo disco. Los Blackberry Smoke @blackberrysmoke
y su excelente versión del Deep Elem Blues para las South Park Sessions... They rock!!!



Para finalizar con las recomendaciones de esta semana y aprovechando el 25 aniversario del Richard´s uno de los bares más recomendados de la isla, llega Toby Keith y su bar preferido. Un bar que adora, que ama, en el que se dan cita perdedores, chicas que beben los vientos por malencarados camioneros, redneks y muchos sombreros de cowboy... Con más de trece millones de visitas en youtube, aquí está @TobyKeithMusic y su melancólico y brutal "I Love this Bar".
Disfruten y hasta la semana que viene. Se despide de ustedes Terence Spencer. No sean buenos, beban sin moderación y, si tienen oportunidad, bailen. Bailen mucho!!!

"Alabados sean los que siguen el ritmo con la yema de sus dedos. En ellos está la verdad"

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Adiós a las armas y adiós a los bares



Dicen que caen las hojas en Otoño, y para consuelo de tontos, siempre hay uno que comenta que el recogimiento de los días cortos, el calor de las estufas de gas y las mantas con la tele como banda sonora, unen, reconfortan, incluso afianzan el amor.
Dicen que las hojas caen en Otoño y me repugnan las hojas muertas y el propio Otoño. Ahora cambiamos las chanclas por la bota y el calcetín de lana, los escotes de las chavalas por castos jerseys, y la fabulosa moda de los minishorts veraniegos por espartanos vaqueros, en el mejor de los casos…
La idea de la vuelta a la normalidad, de la necesidad de esa rutina me aterra y me pone de mal café al mismo tiempo. Sobre todo cuando la rutina se la cambian a uno, cuando los sitios de peregrinaje van cerrando y los “stapples” cada vez son los menos en nuestro mapa cotidiano.
Adiós a las armas y adiós a los bares. Adiós a los recuerdos, adiós a la infancia, adiós a las hojas vivas… adiós, incluso, a las hojas muertas.
El pasado Domingo, paseando con Gordon por Malasaña, no reconocí ni un diez por ciento de los luminosos, ni un diez por ciento de los tugurios, ni un mísero diez por ciento de los rostros. En plena calle Velarde, corazón del barrio, quedan tres de los bares de siempre, y me atrevería a decir que de los tres, sólo uno mantiene a la clientela usual. Entiéndase que la gente crece, muta, pero pasa el testigo a las generaciones siguientes, y estas a las siguientes y tal… Así que por la misma clientela, léase, el mismo estilo de gente, con gustos musicales similares, etc, etc, etc… sin chorradas.
Malasaña no existe. La conquista de Chueca es un hecho, y el infame avance de las magdalenas y las cup cakes en los bares de copas también. No quiero pedir un whisky con mi compadre Gordon una noche cualquiera en un sitio tapizado con colores pastel, con luces de bajo consumo queriendo pasar por antiguas, ensaladas de quinoa con tomatitos cherry y un hilo de suave jazz como música ambiental. No señor. No aquí. No en Malasaña.
Adoro el jazz, la quinoa no me es muy indigesta si se mezcla bien con los cherry, las bombillas de bajo consumo me parecen estupendas aunque estéticamente reprobables y el color pastel en las paredes, pues… mmm… bueno, ese no me gusta de todas, todas. Pero no señor. No aquí. No en Malasaña. La gentrificación, que es un concepto bien yankee y muy acertado, no pasa por convertir todos los barrios en un mismo barrio, no pasa por extender las redes del consumismo hipster hasta la extenuación. No señor. No aquí. No en Malasaña.
El barrio debe mejorar, por supuesto, y una pasadita por chapa y pintura general me parece lo más correcta y necesaria, pero no de esta manera.
-          Es lo que nos queda, macho. Dice Gordon.
Parafraseándome le contesto:
Adiós a las armas y adiós a los bares. Adiós a los recuerdos, adiós a la infancia, adiós a las hojas vivas… adiós, incluso, a las hojas muertas.

Bienvenidos a la isla



Hace cinco años que empecé con mi primer blog “La Chistera de Memphis” como un juego y una liberación al mismo tiempo. Mi idea de la red y sus vericuetos era todavía inferior, si cabe, a la que tengo ahora y la única pretensión era la de juntar pequeñas historias, historias mínimas, sin necesidad de conexión alguna. Pequeños relatos, algún poema, comentarios musicales… De alguna manera desnudar mis filias y mis fobias ante un público nuevo y desconocido.
Curiosamente, el azaroso destino me ha puesto ahora, un lustro después, y con algo más de idea de cómo funcionan las redes sociales, el lector anónimo e impune y las buenas y malas consecuencias de la “ciber vida”, me ha puesto el destino, digo, delante de este nuevo juego, de este nuevo truco que he bautizado como La Isla Pirata.
Mi isla, mi isla urbanita llena de noche y de blues, estará repleta de perfiles verdaderos y otros falsos, de lugares ficticios o verificables, de habitantes reales e irreales que pulularán a sus anchas por esta ciudad, que como todas, es pirata. Muy pirata... Tesoros en forma de descubrimientos musicales, rutas que trazarán el camino al mejor de los tugurios, armonías y notas asonantes tras ver una película… Habitantes varios de mi isla jugarán en este mapa que pretende cruzar la ficción con la realidad como en el mejor o peor de los sueños de un hipocondríaco.
Aquí beberán bien, fumarán mejor, caminarán por paisajes múltiples y conocerán variopintos personajes…
¡Sean bienvenidos! ¡El sello en sus pasaporte es de tinta azul. Hagan cuaderno de viaje y disfruten de La Isla Pirata!